miércoles, 16 de septiembre de 2015

Expediente contra el general José Francisco Morillo

Por Rafael Darío Herrera (editor)

José Francisco Morillo era un caudillo decimonónico, nativo de Santiago de los Caballeros, que se identificó en principio con el expresidente Juan Isidro Jimenes y más tarde con el caudillo liniero Desiderio Arias. Luego del asesinato de Arias el 20 de junio, 1931, Morillo se refugió en Cabo Haitiano junto con una parte de su familia. Al poco tiempo, y por los rigores propios del exilio hizo contacto con el cónsul dominicano en esa ciudad, Anselmo Paulino, quien diligenció su retorno al país, y por supuesto la sumisión a la dictadura.

En los primeros años del siglo XX, y mientras se desempeñaba como Jefe Comunal de Guaraguanó (Monción), Panchito Morillo agredió brutalmente, sin ninguna justificación, a José Gregorio Disla Gómez, n. 1866, nativo de Mao, tío de la educadora Camelia Disla, un simple vendedor de tabaco, mientras realizaba una transacción con el comerciante Eliseo Valle. Don Goyo procedió a levantar cargos contra Panchito. Hemos decidido publicar este expediente para resaltar como estos jefes utilizaban el poder para quebrantar los más elementales derechos de los ciudadanos.
El general Panchito Morillo junto a su esposa

Panchito era el padre del José de Js. Morillo López, exjefe de la Policía Nacional en 1966, durante los Doce Años de Joaquín Balaguer. El expediente está disponible en los Fondos Documentales del Archivo General de la Nación http://www.agn.gov.do

lunes, 7 de septiembre de 2015

Historiador Raymundo González de Peña refuta a los Vincho

Santo Domingo 6 de septiembre, 2015.
Señor
Miguel Franjul,
Director
Listín Diario,
Ciudad.
Señor Director del Listín Diario:

He leído en ese prestigioso diario, en la parte superior de la primera plana del día viernes 5 de los corrientes, una noticia firmada por el periodista Néstor Medrano, titulada: “Experto considera hay distorsión de la verdad. Rechazan libro historia de 6to. Ensayista Manuel Núñez dice texto sugiere que en RD se practica racismo y apartheid”. Medrano cita el peritaje practicado por Manuel Núñez sobre el texto de 6to. Grado, de la autoría de Juan Ricardo Hernández y Alejandro Hernández, publicado en 2006. El “informe” o peritaje hecho por Núñez se reproduce en la página 7 A. He querido refutar dicho “informe”, a la espera que pueda dispensarle un espacio similar, pues estimo que carece de méritos históricos y pedagógicos, como se mostrará sucintamente en las líneas que siguen.

Antes de pasar al examen de dicho “informe” conviene señalar que el mismo contiene observaciones puntuales sobre un libro texto en las que omite su temática y estructuración y hace caso omiso del diseño curricular al que debe responder. Nadie sabe que el libro sometido al peritaje no trata de la historia dominicana sino de la expansión colonial del occidente europeo en las épocas moderna y contemporánea en América, África y Asia y de los procesos de independencia y descolonización que le siguieron.

Tampoco considera que el sexto curso en el diseño curricular vigente contemple la introducción de los estudiantes en el mundo colonial provocado por el expansionismo europeo desde mediados del siglo XV, después de haber visto desde el tercer curso de primaria solo historia dominicana.

Esto es importante porque la enseñanza en las escuelas dominicanas se rige por el diseño curricular vigente para cada uno de los niveles en que está estructurado el sistema educativo dominicano (público y privado), en el marco de la Ley General de Educación. En tal sentido, el currículo es el primer referente del maestro y la maestra dominicanos para el desarrollo curricular que se realiza en el aula con las y los estudiantes como protagonistas y a través de estrategias de enseñanza-aprendizaje.

Dichos estudiantes y docentes tienen varios recursos de los que pueden servirse para la implementación de estrategias para el desarrollo curricular, uno de estos recursos es el libro de texto (para el 6to. Grado hay por lo menos cinco aprobados), al que se adicionan otros libros de consulta, enciclopedias, mapas, videos, etc. Los libros de texto deben ajustarse al diseño del grado en el área curricular, en este caso de Ciencias Sociales, sin que esto signifique que el autor o autora del libro pueda expresar sus puntos de vista sobre los temas que trata siempre en un marco de prudencia y respeto a la ciencia y a sus procedimientos.