viernes, 21 de julio de 2017

Juan Isidro Pérez. El ilustre loco. Estudio Psiquiátrico

Por el Dr. Antonio Zaglul

Se quejaba un ilustre psiquiatra español del afán de los médicos en diagnosticar las enfermedades que causaron la muerte o que padecieron los ilustres personajes de la historia de cada país.

¿Es realmente una actitud morbosa o una curiosidad altruista, en el más amplio sentido del conocimiento, descubrir el mundo patológico de esas personalidades?

¿Qué médico o estudiante de medicina no se interesa por la vida de Napoleón en Santa Elena, desde el punto de vista de su enfermedad: un posible cáncer en el estómago? ¿Quién no se interesa por los ataques de epilepsia que le sucedían a Julio César en plenos comicios romanos? De ahí el nombre de Enfermedad Comicial. Asimismo, ¿quién no se preocupa por la personalidad sádica de Enrique Octavo, de Inglaterra; por la locura de Doña Juana de España, y hasta por los piojos de Carlos Quinto, que crearon un recorte de pelo casi al rapé y que se considera actualmente como el recorte militar en todas partes del mundo?

No es morbosidad, sino conciencia médica.