Análisis y documentos de historia dominicana

lunes, 2 de febrero de 2015

Mao y su Progreso

Por Pedro Virella Álvarez

La Información, 8 de octubre, 1935.

Por la actividad de sus agricultores, ya expertos en cultivos de arroz, se ha obtenido la cosecha más temprana de la región, y por tal circunstancia, de buena calidad, que se ha vendido a precio remunerativo.

El experto mecánico de Santiago, Sr. Víctor Eloy, ha terminado las reparaciones del motor y caldera de la planta eléctrica, propiedad del municipio y desde hoy, 5 de octubre, estamos disfrutando nuevamente del importante servicio público de alumbrado eléctrico de la población.

Se ha hecho cargo de la mencionada planta eléctrica, para el servicio de alumbrado, el Sr. Rafael Saleta, persona muy cuidadosa y de gran afición a la mecánica, quien indudablemente prestará un eficiente servicio.

Los miembros de la Sociedad de Regantes, C. por A., de esta han elevado al Superior Gobierno un importante proyecto, suscrito por casi la totalidad de sus miembros, sobre ampliación y prolongación de su canal principal y obtención de recursos económicos de refacción, para la intensificación de cultivos.

Si ese vasto proyecto, tuviera la buena acogida que se espera, Mao se convertiría muy pronto en una de las regiones más prósperas y adineradas del país; cooperando así al gran empeño del generalísimo don Rafael Leonidas Trujillo Molina, de dar amplio desarrollo a la agricultura e industria, que indiscutiblemente son las verdaderas y positivas riquezas de un país.

El desarrollo del mencionado proyecto, determinaría la circulación inmediata de muchos miles de pesos y la multiplicación rápida que eso significa, invertido en obras estables agrícolas e industriales, habrán de proporcionar, por siempre, una sólida riqueza en toda esta región. El comercio y todo tomaría un importante auge y echaríamos a un lado el sistema precario y desmoralizador, que se ha estado realizando, de tomar mercancías y efectos al fiado para venderlas a costo y con pérdidas, para obtener recursos de refacción en las labores agrícolas; pues el mencionado proyecto es todo a base de efectivo, principal condición indicada.

Es de reconocerse, que la escasez de efectivo ha sido circunstancia de haber tenido que recurrirse a ese sistema de refacción, y no lo señalamos como una censura, sino para poner relieve la importancia que tiene la realización de obras con bases sólidas.

No puede negarse el concurso que la firma Srs. Baduí Dumit, C. por A., por medio de su importante miembro Sr. Jacinto Dumit ha prestado y sigue prestando a la agricultura de esta región, pero si ese concurso puede tener la cooperación de otro capitalista, radicado o no en el país, debe aprovecharse con toda la intensidad y entusiasmo que desee proporcionarlo, máxime cuando se trata de invertir dinero en la creación de obras de progreso y estabilidad que luego nadie puede levantar, ni sustraer.

La grandiosa obra de progreso que ha puesto de relieve en todos los ámbitos de la República el enorme prodigioso Dr. Rafael L. Trujillo M., está siendo de mucho estímulo y entusiasmos para los capitalistas, nativos y extranjeros, que sienten un gran aliento en el orden, paz y garantías, que tan sólidamente ha perpetrado en el corazón de sus conciudadanos, con verdadero amor y cariño.

En la gloriosa historia de la República Dominicana no se conoce una época de tanto prodigio, como esta, que debemos llamar: época de oro, y, me permito prodigioso al gran Benefactor de la Patria, porque hombres como el generalísimo Dr. Rafael L. Trujillo M afirmó con énfasis, que son muy singulares en las grandes naciones del universo y más aun en países pequeños como este, por tanto debe considerarse como un predestinado de la naturaleza y un salvador, encarnación de la divinidad dominicana.

Hacer lo que este extraordinario prodigioso ha realizado, en tan breve término, tomando cuesta la enorme carga de regir los destinos de un país, cuando este se encontraba en la peor condición de su historia, fuertemente endeudado en todo orden de cosas y víctima de un desastre meteorológico, y, trasmutarlo así, tan rápidamente en un país de completa paz, orden y garantía, con numerosos puentes, calles y paseos pavimentados y asfaltados, profusión de escuelas, sitios recreativos, etc., donde los turistas de grandes países encuentran mucho que admirar, con orientación y organización a un derrotero de progreso y bienestar, enteramente firme y definido, no es, ni puede ser, obra corriente.

Hacer todo esto, alguien que cuente con el respaldo de un pueblo amillonado, con arcas repletas de oro a su disposición, con crédito en vez de deudas, no tendría ninguna novedad; pero realizar tantas obras de progreso moral y material, teniendo como respaldo la mayor pobreza y desolación por todos lados, donde no hay un solo millonario de solidez, con arcas exhaustas y serias deudas obligadas a atender, reafirmo, con entera convicción, que es cosa de un prodigioso, que el supremos hacedor ha determinado como encarnación de la divinidad dominicana y que este momento que vivimos debemos llamarlo a todo evento: gran época de oro, para la inflexible historia de la humanidad.

1 comentario:

  1. Las alabanzas son escultoras de grandes dictaduras.

    Antonio Mateo Reyes.

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