NOTAS PARA LA HISTORIA DE LA BANDA DE MÚSICA DE MAO - I

Por Rafael Darío Herrera

En los primeros años del siglo XX algunos habitantes de Mao ejecutaban diversos instrumentos musicales. Se han destacado, por ejemplo, al ilustrado don Estanislao Reyes García (1844-1941) de quien se dice tocaba el violín y Benjamín Peña Aracena (1874-1950) el requinto (clarinete pequeño de sonido agudo). Para esa época, al igual que en la mayor parte del país, en la pequeña ciudad de Mao todavía no se había desarrollado una cultura urbana, y quienes ejecutaban algún instrumento musical lo hacían de manera individual, contrario a otros pueblos con mayor desarrollo cultural donde ya existían agrupaciones musicales.

Así, cuando se inauguró la iglesia católica, el 25 de junio de 1905, el Ayuntamiento comisionó a Benjamín Peña para que contratara músicos en Montecristi para el recibimiento del arzobispo Adolfo Alejandro Nouel, Ofo, (1862-1937), lo cual implicó un gasto de $34.80.

Antes de que se formara la academia y banda de música en Mao se tocaba merengue a la antigua usanza con instrumentos de cuerda y percusión así como con güira, tambora y acordeón. Luis Alberti, famoso músico, compositor y arreglista dominicano, autor del célebre merengue “Compadre Pedro Juan”, e hijo del Dr. Narciso Alberti y de la pianista María de la O Mieses, sostuvo que conoció el merengue en Mao:

“El merengue lo conocí y lo vi bailar por primera vez en Mao, en la gallera de ese pueblo, donde se celebraban fiestas o bailes de acordeón, güira y tambora […]. Yo tenía trece o catorce años entonces, pero me las arreglaba para escabullírmele a mi viejo para ir a gozar del más típico espectáculo criollo de la época […]. Mientras duraban los días de evento, se celebraban bailables nocturnos en la enramada, donde se exhibían los mejores bailadores de merengue de todos esos lugares. El espectáculo era maravilloso; parecía otra competencia, pero esta vez de baile. Cada pareja hacía lujo de sus mejores pasos, para merecer como recompensa los más grandes aplausos de la valla observadora”.

El maestro Alberti señala que se contrataban los servicios de los mejores cuartetos de la época y que por la enramada de la gallera de Mao pasaron los más grandes maestros de nuestro merengue como los acordeonistas Francisco Antonio Lora, alias Ñico (Navarrete, 1868-1971), Antonio Abreu, alias Toño (La Joya, Santiago, 1883), Manuel Lora, Cuta Martínez y Alcedo Espinal Ureña, Alcedito (Mao, 1925-2001, el más notable merenguero típico de Mao), así como a los saxofonistas Avelino Vásquez y Pedro Cacú y al tamborero José Rodríguez, alias Flinche, quien inventó del jaleo como unidad bailable que erróneamente se le llama pambiche o palm beach. (L. Alberti, De música y orquestas bailables dominicanas, 1910-1959, 2ª Ed., Santo Domingo, 1975, pp. 69-70).

El desarrollo musical de Mao se halla estrechamente vinculado a la construcción del parque municipal como se puede apreciar en los dos fragmentos siguientes:

“Muy pronto serán empezados los trabajos del parque de esta ciudad; además de los doce bancos que se tienen, el general Cáceres ha prometido igual cantidad. Las corvees para el acarreo del material principiarán dentro de poco y sin duda resultarán muy animadas. Se hacen gestiones para hacer venir un profesor de música que se ocupe en la organización de una pequeña banda. Bien por la importante común de Mao”. (El Diario, 6 de febrero de 1906).

Pocos días después el corresponsal de El Diario, José R, Morel, informaba: “El asunto parque va tomando color de realización: el ciudadano Jefe Comunal tuvo ayer la complacencia de mostrarnos el plano el cual juzgamos bastante adecuado. Como complemento de esta obra viene unida la instalación de una pequeña banda de música…”. (El Diario, 23 de febrero de 1906).

Se desconoce la fecha exacta en que se fundó la banda de música. Solo se sabe que aconteció en 1909 pues cuando se inauguró el parque Dolores, el 23 de septiembre de 1910, “se ordenó al director de la academia de música celebrar retretas en los días 23, 24 y 25”, según consta en una acta del 4 de agosto de 1910. La retreta era un concierto que ofrecía la banda de música al aire libre o en la glorieta de parque.

Ahora bien, al llegar este punto nos surge la siguiente interrogante: ¿Quién organizó esta banda de música? Se le ha imputado a Carlos José Otenwalder Rodríguez ser el primer director de la misma hasta 1910. El dato se obtuvo de fuente oral y no existe ninguna documentación que lo avale pues durante varios días leí detenidamente todas las actas del Ayuntamiento desde su fundación hasta 1915 y en ninguna de ellas se le menciona como director de la academia ni de la banda de música.

Ottenwalder residió en Mao alrededor de 1910 ya que su nombre aparece en las actas del 1º y 2 de octubre de 1911 cuando fue electo suplente del regidor Rafael Pons así como en una acta del 8 de abril de 1913 en la que declina reemplazar al renunciante regidor. Cuando cuestioné al profesor Alcides Bonilla, actual director de la banda de música, en torno a la fuente de donde obtuvo la información me dijo que el mismo lo aportó Daniel Colón, Lucero, exdirector de la banda de música.

He averiguado sobre la genealogía de la familia Ottenwalder en el país. Julio González, prestante miembro del Instituto de genealogía, asevera que hacia 1850 arribó a Santiago Miguel Antonio Ottenwalder, procedente de Manig, bajo Rin, Francia. (Hoy, Areíto, “Cápsulas genealógicas”, 13 de julio de 2012). Mientras el historiador y genealogista Edwin Espinal me comunicó vía correo electrónico que en Santiago residía el músico Carlos Ottenwalder Leman, hijo de un ciudadano francés, y su hijo Carlos Francisco Ottenwalder Fernández. De modo que tenemos pocas referencias sobre la vida de Carlos José Ottenealder Rodríguez. Es muy probable que fuera descendiente de Ottenwalder Leman.

Por los datos que ofreceremos a continuación es evidente que la tarea de organización de la banda y academia de música recayó en el reputado maestro de música Lorenzo Bustamante, alias Lorán, quien por iniciativa de Amado Franco Bidó y otros munícipes progresistas, vino a Mao a “instalar y dirigir una banda de música que resultará un paso de avance sobre los que ya tiene dado”. (El Diario, 7 de abril de 1909).

En este mismo mes de abril Félix María García y José R. Morel presentaron, a nombre de Lorenzo Bustamante, un reglamento para la academia de música. Pocos días después, y a solicitud del señor Félix María García, el Ayuntamiento local determinó conceder el por ciento que le correspondía de la lotería de la sociedad El Esfuerzo para el sostenimiento de la academia y de la banda de música que sería creada. Posteriormente “fue leído y aprobó el reglamento de la Academia de música presentado por su director Sr. Lorenzo Bustamante; y se fijó para la apertura de la academia, en la debida forma, el domingo próximo”. (Acta del Ayuntamiento, 27 de abril de 1909). El reglamento se aprobó en una sesión celebrada el 30 de abril y de inmediato se entregó una copia al Sr. Bustamante. Algunas personas progresistas de la comunidad realizaban aportes para el sostenimiento de la academia pero en junio de este último año se lo retiraron lo que motivó al poeta Juan de Js. Reyes a solicitar al Ayuntamiento le asignara una suma fija a la misma.

El funcionamiento de la academia no estuvo exento de dificultades. A inicios de abril de 1909 los alumnos se quejaron de la irregularidad con que asistía a las clases el profesor adjunto Sr. Francisco Antonio Marte, y se decidió llamar la atención al director de la academia. A fines de mayo el director de la misma reportó la irregularidad con que asistían a clases los alumnos y se resolvió hacer cumplir el reglamento aprobado.

Cuando se inauguró el parque Dolores, el 23 de septiembre de 1909, las autoridades municipales ordenaron al director de la academia de música celebrar retretas los días 23, 24 y 25 de ese mes. Y Lorenzo Bustamante, por supuesto, fungía como su director. En septiembre de 1911 Bustamante reportó la inasistencia de los siguientes alumnos durante el mes de julio: Arístides Tavárez, Luis Sánchez, Sebastián Reyes y Domingo Reyes. Y a fines de este año le vendió un bajo por quince pesos a la academia de música. En enero de 1912 se confeccionó un nuevo reglamento para la academia donde se consignó los jueves y los sábados como los días de ensayo.

En abril de 1913, Bustamante recomendó al Ayuntamiento suplir con dos músicos la carencia de un clarinete primero, a cambio de una pequeña gratificación, para prestar sus servicios en las habituales retretas. También llamó la atención sobre la escasa asistencia a las clases de la academia y el cabildo determinó enviar allí un policía para inspeccionar la misma la presencia de alumnos y director. (Acta del Ayuntamiento, 8 de abril de 1913).

¿Quién era Lorenzo Bustamante? Pues un experimentado y competente músico, bajista y compositor, nativo de Santo Domingo aunque residió durante un largo tiempo en Samaná y luego en Santiago donde lo contacto Amado Franco Bidó. En Mao fundó un conjunto musical al que denominó Mao Lírico.

La banda de música constituida no debió ser muy grande debido a que en los primeros años del siglo XX además de Estanislao Reyes y Benjamín Peña muy pocas personas ejecutaban algún instrumento musical y tenían capacidad para leer una partitura. Se destacaban Dimas de Js. Rodríguez (n. 1855 o 1857 y f. 10 de diciembre de 1949), quien aprendió en Santiago a tocar el violín; Vicente Rodríguez Muñoz (n. 10 de marzo de 1873) tocaba el trombón; Luis Bueno el clarinete, Antonio Vargas el bajo, entre otros músicos. Por ende, la tarea más apremiante de Bustamante en los primeros años de su labor fue la formación de músicos.

Si admitimos que Carlos José Otenwalder Rodríguez fue el primer director de la banda de música es claro que se le contrató para dirigir de manera exclusiva la misma y a Lorenzo Bustamante para la conducción de la Academia de Música lo cual considero poco probable haya sucedido por los exiguos recursos de que disponía el Ayuntamiento, salvo que Ottenwalder lo hiciera honoríficamente. Además, tradicionalmente el director de la Banda de Música también le corresponde conducir la Academia e impartir clases de música. Las indagaciones que he realizado me permiten avanzar el supuesto de que en ningún momento la banda de música ha tenido un director y la academia otro.