La Información, 16 de octubre de 1929.
"El gasto hecho por el Gobierno en el tramo de camino entre Esperanza y Mao fue dinero mal empleado ya que Obras Públicas se limitó a la construcción de un terraplén que las lluvias han ido destruyendo. Oportunamente dijimos que una vez hecho el terraplén había que asegurarlo con una capa de cascajo. Era natural que no encascajar y afirmar el camino, una vez hecho el terraplén, este sería destruido en breve, y en peor estado quedaría esa importante vía de comunicación por los pantanos que sobre la tierra removida formaran las lluvias y el tránsito de bestias y vehículos. Y así ha sucedido. Apenas llueve se hace penoso el trajín por ese camino, y como consecuencia de esto sufre merma la villa de Mao, adonde afluye constantemente la gente de negocios de otras localidades, relacionada con comerciantes y agricultores de allí, y con Mao los demás pueblos que consume los productos de esta región, convertida hoy, por su progreso agrícola, en una de las más importantes comunidades del país.
Personas que han fomentado trabajos agrícolas en Mao, se han dirigido al secretario Pastoriza suplicándole ponga a disposición de la Junta de Caminos de esa común un camión de los de Obras Públicas para el acarreo de cascajo, con el cual se le pondría inmediatamente al terraplén, después de taparles las zanjas que han formado las aguas llovedizas, la capa indispensable para facilitar y garantizar el tránsito. Hay en algunos lugares, a la vera de la carretera Duarte, entre esta ciudad y la de Montecristi, cascajo que podría ser empleado en los trabajos del camino que nos ocupa, material que hace tiempo fue extraído de las minas y que las lluvias están destruyendo, con arrastre de la grava y la arcilla, dejando la piedra viva, que no cede a la acción de la corriente. Este cascajo podría ser utilizado en el arreglo del camino entre la carretera Duarte, por Jicomé, y la villa de Mao, sobre todo el tramo entre Esperanza y la barca de Guayacanes.
Pero es el caso que el secretario Pastoriza le contesta a la Junta de Caminos de Mao que no hay fondos para destinarlos a ese arreglo, como si hubiese sido fondo lo que se le solicitara, y no un camión para el acarreo del material necesario.
Mao es digno de que el Gobierno le preste esa ayuda que solicita. Es una comunidad modelo por su laboriosidad y por su notable progreso agrícola, adquirido sin ayuda del Estado y del municipio. Negarle ese concurso tan sencilla para mejorar su principal vía de comunicación, sería censurable por todos conceptos y es de esperar que el secretario Pastoriza accederá a la justa petición que le ha sido hecha, facilitando el referido camión y autorizando que se utilice en dichos trabajos el cascajo mencionado".
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