La Verdad, 9 de febrero de 1962.
Citan personas la presenciaron
El doctor Antonio Paulino, quien fue director del hospital José María Cabral, de esta ciudad, podría informar mucho en torno a la extraña muerte del señor Francisco Madera (Panchito), ocurrida en ese centro de salud.
Esto se desprende después de los informes confidenciales ofrecidos a La Verdad por un médico que prestaba servicios en el citado hospital cuando la muerte del señor Madera, y que posteriormente fue perseguido por la dictadura.
Relata ese médico que Madera llegó al hospital a las 10 de la mañana del 10 de noviembre de 1955, en una ambulancia. Tenía una herida leve en la cabeza, producida por un perdigón, según certificó el médico legista, doctor Rafael Tolentino.
Luego de acostar al señor Madera en el privado número cinco, el doctor Paulino ordenó a nuestro informante que fuera a atender a un paciente que, según él, sufría del corazón.
Sin embargo, el médico fue al privado donde estaba Madera y allí lo vio amarrado a la cama, en estado sincopal y sudando copiosamente. Tras un breve diálogo el señor Madera pidió que le secaran el sudor y explicó que lo habían sacado de su finca en Valverde.
Hizo hincapié en que deseaba hablar con un familiar para explicarle todo lo que había sucedido. Pero en esos momentos llegó el doctor Paulino y tras increpar fuertemente al médico, le ordenó salir del privado.
Cuenta el médico que momentos después llegaron el entonces teniente coronel Miguel F. Rodríguez Reyes, el actual capitán Fernández, del cuerpo médico militar, un policía de apellido Ramírez, que había sido practicante, quienes en compañía del doctor Paulino entraron al privado que ocupaba Madera.
Un detalle importante se tienen en el hecho de que, según nuestro informante, el doctor Paulino solicitó estricnina al doctor De la Cruz, entonces médico sanitario provincia, quien se negó a darla si la petición no era hecha por escrito.
Se dice que Paulino obtuvo la estricnina en la farmacia Caridad, y que el propietario de ese establecimiento recuerda perfectamente cuando la entregó.
El médico que ha hecho estas confidencias dice que un mes después de la muerte del señor Madera fue cancelado de su cargo, y que Rafael Trujillo dio órdenes precisas para que lo eliminaran. Sin embargo, la intervención de un militar amigo le salvó la vida.
Como muchas de las personas señaladas en este relato están vivas, la Justicia podría interrogarlas sobre el asunto para esclarecer cuanto antes la muerte del señor Madera, uno de los más crueles asesinatos cometidos por órdenes de Trujillo.
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